INTRODUCCIÓN

En 1985, unos cosmonautas soviéticos informaron que, desde la ventana de la estación especial Salyut 7, habían visto a siete ángeles enormes con alas tan grandes como un avión jumbo. “Sonreían, comentó una de las cosmonautas, como si guardaran dentro de sí un glorioso secreto”.

Esos ángeles nos hacen pensar en el Arcángel Uriel y los ángeles de la paz.

Son tan grandes y poderosos que pueden disolver problemas aparentemente insuperables,  incluso de ámbito mundial, con la luz de sus bondadosas sonrisas.

El nombre de Uriel no aparece en la Biblia, pero si se le menciona en otros textos judíos y cristianos. En la tradición judía al Arcángel Uriel se le llama “aquél que trae luz a Israel”.

También se le conoce como un ángel de juicio, trueno y terremoto. En el cuarto libro de Ezra, Uriel instruye a Ezra sobre los secretos del universo.

Imagínate a Uriel y a los ángeles de la paz cual seres gigantescos, como los que vieron los cosmonautas.

Ellos pueden traer paz a zonas conflictivas del mundo, a tu propio hogar e incluso a una mente o espíritu atormentados.

Trabajan rápido y con gran poder. Cuando los pones a trabajar, puedes ver tus problemas desaparecer tan velozmente como las nubes después de llover. En cuanto les pides que aborden problemas mundiales, millones de ángeles se ponen en marcha.

En tu casa, familia y psique trabajan con la precisión de microcirujanos. Alivian los desacuerdos y te ayudan a eliminar el origen de las discusiones entre miembros de la familia.

Además, te ayudan a ir hasta el fondo de la preocupación que hay en tu alma proporcionándote la fortaleza necesaria para desprenderte, de las viejas heridas y vencer rabia, irritabilidad, comportamientos autodestructivos y sentimientos de impotencia, así como miedo consciente o subconsciente.

¡Fíjate en cómo pueden llegar a transformar tu vida en cuanto les abres la puerta!

LECCIÓN

Conéctate con el Arcángel Uriel y los Ángeles de la Paz y la Hermandad

Color: Morado y oro salpicado de rubí

Arcángel: Uriel, “Fuego de Dios”

Hogar espiritual: Montes Tatra, al sur de Cracovia, Polonia

Lo que puedes pedirles:

• Dones espirituales: Paz interior, tranquilidad de espíritu, resolución de los problemas de ira y temor en tu psique, renovación de la esperanza.
• Ayuda Práctica: Resolución pacífica de los problemas en las relaciones personales, sociales y profesionales; ayuda en la creación de un entorno armonioso para fomentar la creatividad y el crecimiento; inspiración y ayuda para enfermeras, médicos, los que trabajan en hospicios, psicólogos, profesores, jueces, funcionarios públicos y todos los que sirven a los demás.
• Problemas mundiales: El fin de la Guerra, instauración de la paz, promoción de la hermandad y de la comprensión, manifestación de la justicia divina en los tribunales y entre las naciones.

No subestimes nunca dónde puedes encontrarte con un ángel.

Harán sentir su presencia allá donde haya un corazón receptivo, porque aman a todo el mundo, en todas partes.

Uriel y Aurora son el arcángel y la arcangelina que prestan servicio en el sexto rayo de la paz, la hermandad y la ministración y el servicio de Dios.

La administración de la justicia divina también está asociada con este rayo. El color del rayo es morado y oro moteado de rubí.

En la Arcangelina Aurora, este color puede parecer más como como el rayo de brillo rosa dorado del amanecer.

El trabajo de Uriel y Aurora se corresponde con el chakra del plexo solar, el lugar del deseo y el lugar supremo de la paz.

Su retiro se encuentra en el  mundo celestial, aproximadamente por encima de los montes Tatra, al sur de Cracovia, Polonia.

Ángeles de la paz y la hermandad

El nombre de Uriel significa “fuego de Dios,” o “Dios es mi luz.” La tradición judía llama al Arcángel Uriel “uno que trae la luz a Israel”.

El Arcángel Uriel no aparece en la Biblia pero se le menciona en otros textos judíos y cristianos.

En estos textos se le identifica invariablemente como un serafín, como uno de los querubines que Dios puso al este del jardín del Edén, como un ángel de la presencia, o como el vigilante del mundo y de la parte más baja del Hades.

En el libro de Enoc, Uriel es uno de los cuatro ángeles principales junto con Miguel, Gabriel y Rafael.

En ese texto Uriel es el guía de Enoc en sus viajes por el cielo al inframundo.

Algunas tradiciones dicen que Uriel aviso a Noé del inminente diluvio y que fue enviado a enseñarle cómo sobrevivir al diluvio.

Se describe a Uriel como intérprete de las profecías y con frecuencia es representado con un libro o un rollo de papiro. John Milton lo describe en El paraíso perdido como el “regente del sol” y “el espíritu de mejor visto de todo el Cielo.”

En los escritos gnósticos Uriel es llamado Suriel, y gobierna una de las siete esferas planetarias. El islamismo identifica a Uriel como uno de los cuatro ángeles que protegen el trono de Alá.

Uriel es mencionado como uno de los ángeles que llevan a las almas al juicio en los Oráculos sibilinos, textos primitivos que se utilizaban para diseminar la doctrina judía y cristiana entre los paganos.

Estas obras contienen predicciones de calamidades y desastres que sobrevendrán a la humanidad las cuales fueron citadas por los padres de la Iglesia cientos de veces.

El Segundo libro de los Oráculos sibilinos dice:

Los ángeles imperecederos del Dios inmortal, Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel, conociendo los males cometidos por cualquiera anteriormente, conducen el alma de todos los hombres de la turbia oscuridad al juicio, al tribunal del gran Dios inmortal. …

Entonces Uriel, el gran ángel, romperá los gigantescos cerrojos, de acero inflexible e irrompible de las puertas del Hades;… las abrirá de par en par y conducirá a todas las formas afligidas al juicio, especialmente aquellas de los antiguos fantasmas, titanes y gigantes y a tales como los que el Diluvio destruyó. También lo hará con aquellos a quienes la ola del mar destruyó en los océanos y a tantos como bestias salvajes, serpientes y aves devoraron; a todos estos él llamará al tribunal.

Pídeles a los ángeles la ayuda que necesites

El Arcángel Uriel nos recuerda que para que los arcángeles intercedan por nosotros, debemos someternos a la voluntad de Dios. No nos prestarán ayuda en algo que no sea la voluntad de Dios.

De hecho, al no cooperar con nosotros en ese plan nos dejan saber que quizá ese plan no esté de acuerdo con la voluntad de Dios.

Uriel dice: “Somos arcángeles que servimos la voluntad de Dios… y venimos a servir a los hijos e hijas de Dios” que son obedientes a su voluntad en asuntos pequeños y grandes. “Por la ley de Dios, no podemos interceder en vuestra vida, ni interferir a menos que renunciéis a esa voluntad humana y digáis: ‘No se haga mi voluntad sino la tuya. ¡Oh Señor, ven a mi vida y sálvame!’”

A veces nos equivocamos y pensamos que hacemos la voluntad de Dios, pero erramos. Podemos aprender de esas acciones bien intencionadas pero equivocadas.

Y al desarrollar la gracia atenta de la Madre de Jesús, escuchando la voz de Dios dentro de nosotros y dedicándole  tiempo todos los días, en tranquilidad y sin ser molestados, solo escuchando, nos volvemos más sensibles a la voluntad de Dios.

Hay dos momentos muy importantes para escuchar: los cinco o diez minutos después de despertar y cuando nos estamos quedando dormidos.

En esos momentos estás transitando entre octavas del mundo celestial y la Tierra, y es entonces cuando puedes tener algunas de tus ideas más importantes. Son momentos breves, por tanto dedica más tiempo a escuchar a Dios.

Cómo superar los malos hábitos

El Arcángel Uriel te aconseja que te concentres exclusivamente en una única condición en tu vida con la que hayas estado luchando durante mucho tiempo. Él dice: “Sea cual sea el hacha, ya sea glotonería, avaricia o algo conocido solo por ti y por mí en la privacidad de tu corazón”.

Primero, “libérate de toda condenación hacia ti mismo debido a ese estado”.

Segundo, “percíbete a ti mismo en tu gran Realidad, grande como la vida misma, lleno del Espíritu, y mira al problema como si midiera un centímetro. ¡Ten la sensación del poder de Dios en ti!”

Tercero, “forma y reúne en el corazón, el cuerpo de los deseos y la voluntad, una determinación que permita que el fíat salga de tu corazón con la Palabra hablada”. Este es el fíat que Uriel te da: “¡Oh Dios mío, conseguiré la Victoria sobre esa bestia de mi yo inferior!”  

Cuarto, no suprimas las cosas negativas, déjalas que vayan a la llama violeta. Visualiza un río de llama violeta que corre rápido ante ti y entonces tira tus cosas negativas en él y observa cómo se las lleva la corriente de la llama violeta.

Simplemente deja que vayan a la llama cuando la invoques.

Otra clave de Uriel para precipitar un cambio es ofrecer devociones a tu Presencia de Divina todos los días.

El Arcángel Uriel y sus ángeles han prometido ayudarte a medida que vayas por el sendero hacia el corazón de Dios. Él dice: “No tenemos más que una petición para vosotros: que decidáis en el corazón no dejar que pase un solo día sin que penséis en vuestra amada Presencia Divina y ofrezcáis devociones, adoraciones y ministraciones a esta poderosa Fuente de Vida.  Porque a través de esta Presencia Divina podemos penetrar en la oscuridad que tenéis alrededor, pudiendo descender a vuestro nivel y caminar con vosotros y vosotros podéis ascender a nuestro nivel y estar ante nuestra presencia. Gracias a esta mutualidad de servicio, esta cooperación cósmica, podemos avanzar.… ¡La Presencia de Dios nunca falla!”

Uriel dice que: es la separación de la realidad Divina lo que provoca el fracaso. Es la separación lo que provoca duda. Es la separación de Dios lo que provoca miedo.

“Y digo que la separación es una mentira, ¡nunca existió en la mente ni en el corazón de Dios y no existirá en vosotros si tan solo hacéis caso a mis palabras hoy y aceptáis las poderosas dispensaciones de luz que os he dado! ¡Aceptadlas y uníos a vuestra Presencia Divina! …

“Caminad por la Tierra como Cristos. ¡Quitaos la vieja vestimenta! ¡Quitáosla y sed transfigurados en la poderosa llama transfiguradora de la vida!” 

–FÍAT–

¡Arcángel Uriel, hazme un instrumento de la paz de Dios!